¿Qué es el test de sensibilidad alimentaria?
Un test por el que podemos conocer la intolerancia de nuestro organismo frente a más de 100 alimentos de la dieta mediterránea y así, saber qué alimentos pueden ser perjudiciales para nuestra salud.
La intolerancia alimentaria se relaciona con:
PATOLOGÍA DIGESTIVA: Colon irritable, enfermedad de Chron, Colitis ulcerosa, malasdigestiones, dispepsia,…
PATOLOGÍA DERMATOLÓGICA: dermatitis atópica, urticaria,…
PATOLOGÍA NEUROLÓGICA: migrañas PATOLOGÍA RESPIRATORIA: Asma, rinitis OTRAS: letargia, artritis, fatiga crónica, aumento de peso.
Test de intolerancia a la lactosa:
La intolerancia a la lactosa es una afección intestinal que afecta a la correcta digestión de la lactosa. Esto se debe a una deficiencia en la enzima encargada de separar la lactosa en 2 azúcares simples (glucosa y galactosa) durante la digestión. Esta enzima es la lactasa.
Los SINTOMAS más frecuentes son: dolor abdominal, gases, diarrea, distensión abdominal y desnutrición.
¿Por qué realizar el test?
Es vital conocer e identificar los elementos a los que somos intolerantes. Después de conocerlo, podemos tomar medidas para modificar nuestra dieta o evitar ciertas situaciones para no entrar en contacto con algunas sustancias químicas que existen con frecuencia en nuestro alrededor. Se suele considerar únicamente como una herramienta para perder peso, sin embargo la utilidad de este test va mucho más allá. Existen numerosos trastornos que pueden tener su origen en un tipo de intolerancia alimentaria y que podrían solucionarse adaptando la dieta a los resultados revelados por el test.
Trastornos endocrinos: en personas obesas que no responden a los tratamientos habituales de adelgazamiento se han experimentado pérdidas de peso al eliminar de la dieta los alimentos indicados.
Trastornos gastrointestinales: dolores abdominales, estreñimiento, diarrea, vómitos, estreñimiento, hinchazón, síndrome de colon irritable. Procesos dermatológicos: acné, eczema, psoriasis, urticaria, picor.
Trastornos psicológicos: ansiedad, depresión, fatiga, hiperactividad (en niños). Molestias respiratorias: asma, rinitis, dificultad respiratoria.
Trastornos cardiorrespiratorios Molestias neurológicas: dolor de cabeza, migraña, mareos, vértigos.
Otros: artritis, fibromialgia, articulaciones inflamadas.
La cantidad de personas que sufren de intolerancia es cada vez mayor, se cree que más de un tercio de la población europea se ve afectada. Además de causar malestar físico y dolores, los síntomas pueden afectar a la salud mental de la persona y, en muchos casos, les impide llevar una vida normal.